Viene a demostrar que los periféricos inalámbricos están al nivel necesario para abrirse paso entre los cableados en igualdad de condiciones. Conectamos un pequeño receptor y estamos listos para la jugada de la partida.

Se conecta a la PC mediante un diminuto dongle USB, para obtener una conexión inalámbrica de 2.4 Ghz, que no genera demoras en los clicks o el movimiento. Adicionalmente con un mismo juego de baterías podemos obtener hasta 350 horas de uso continuo sin necesidad de reemplazarlas.

Por dentro está equipado con switches Omron, que soportan hasta 10 millones de clicks, y un avanzado sensor Pixart 3212 óptico, que sin duda son la mejor y más precisa combinación para cualquier tipo de juego.

Con sus 8 botones configurables, demuestra que está preparado para cualquier cosa. FPS, Moba y RPG son tan solo unos pocos ejemplos de todas las aplicaciones disponibles para este periférico.

Configurables mediante software desde 800 hasta 4800. Posee dos botones preconfigurados a distintos niveles de DPI debajo del scroll.

Un mouse que sin dudas supera las expectativas del usuario, con retroiluminación roja ubicada en la ranura en la parte superior, las líneas laterales, sobre el logo de Redragon y a los lados del scroll. 

El chasis está íntegramente construido sobre plástico ABS sometido a un proceso de electrorrecubrimiento en su superficie superior, que resulta en una superficie rugosa para mejorar el agarre. Hacia los laterales nos encontraremos con una combinación de una textura conformada por pequeños triángulos y un thumb rest, que reduce el roce del pulgar con el mousepad, para una experiencia de deslizamiento única en su tipo.

Una vez conectado a nuestra PC, podremos configurar la cantidad de DPI desde la aplicación de escritorio, pudiendo cambiar la configuración de los DPI en los botones preconfigurados.